Nahir Galarza y una justicia que está vez si actuó rápido.
- revistapropaganda
- 13 jul 2018
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Luego de un proceso judicial que duró tres semanas y 11 audiencias en los tribunales de Gualeguaychú, en Entre Ríos, Nahir Galarza fue condenada a prisión perpetua por el crimen de Fernando Pastorizzo, con quien mantenía una relación sentimental. Así lo resolvieron los jueces Mauricio Derudi, Arturo Exequiel Dumón y Alicia Vivian.
El Tribunal consideró que "los tiros fueron intencionados y dirigidos" a terminar con la vida de la víctima y tuvo en cuenta como agravante la relación de pareja. Así, la acusada de 19 años se convirtió en la mujer más joven en recibir la pena máxima en el país.
Nosotros no tenemos dudas que Nahir es una asesina, no tenemos dudas que merece la prisión. Sin embargo nos sorprende la rapidez con la que el poder judicial condenó a Nahir Galarza. Nos sorprende que le condenen a cadena perpetua, mientras dejan libre a femicidas y violadores. Nos sorprende que con Sebastián Wagner, tuvieron consideración de dejarlo en libertad, y tuvieron que esperar a que violara y matara a Micaela García, para condenarlo a perpetua. Nos sorprende que con Mariano Alejandro Bonetto, que apuñaló y mató a dos adolescentes Nuria Cuoto, de 18, y Natalia Grebenshikova, de 15, en la Plaza Irala, de La Boca, en 2016, no hayan aplicado la misma pena y en ves de ir a una prisión, la justicia lo mando a un neuropsiquiatrico.
No caigamos en el absurdo infantilismo de festejar la condena a Nahir Galarza, cuando la justicia hace discriminación por género y poder, a la hora de declarar una sentencia. Tampoco caigamos en el infantilismo de defender a Nahir Galarza, comparando su caso con el de Higui, argumentando que "lo mato en defensa propia".
Acá hay dos análisis posible. Por un lado, tenemos un problema con la justicia, que deja libres violadores y asesinos, criminales en general, pero estamos hablando de la misma justicia que condenó a perpetua a los petroleros de las Heras. No sé trata tanto de una justicia patriarcal, se trata mas de una justicia corrupta, que funciona de acuerdo a los intereses de los más poderosos. Si la familia de Nahir tuviera poder, si tranzara con los jueces, hoy no hubieran condenado a Nahir a perpetua, lo mismo con Petroleros de las Heras. Ahora bien, el otro análisis que tenemos que hacer es el autocritico. Así como CFK justificó la condena a Petroleros de las Heras por el asesinato de un policía, nosotros justificaremos la condena a Nahir Galarza por el asesinato intencionado de su ex pareja. Aristóteles decía que las leyes estaban para ser cumplidas. Uno puede odiar a un policía, tener ganas de matarlo por sus servicios al poder, ahora bien, asesinarlo intencionalmente es violar la ley, y por ende atenerse a las consecuencias (la condena que caerá sobre uno). Lo mismo pasa con Nahir Galarza. Supongamos que Pastorizzo era un violento con ella, tal como ella dijo, puede tener razón, digo hay hechos. Ahora bien, ¿eso amarita a que lo haya matado como lo mato? Desde ciertas corrientes twitteras del feminismo dirán que si, que estaba harta, y pueden que tengan razón. Sin embargo, nosotros desde un análisis crítico y no emocional, diremos que la ley es la ley, y si uno mata a alguien intencionalmente debe ser consciente de la condena que sobre uno caera.
Finalmente, diremos que nos parece perfecto que a Nahir Galarza se la haya condenado a prisión perpetua, si los hechos lo ameritaban. En lo que vamos a coincidir con todas las corrientes de izquierda y feministas, es en que la justicia no puede ser discriminatoria. Así como acaba de condenar a perpetua a Nahir, con la rapidez que lo ha hecho, debería actuar con todos por igual. Por qué las leyes son universales, y todos los ciudadanos debemos mantenernos acordé a ellas. Si hay leyes que no nos gustan, lucharemos para cambiarlas, pero no violarlas por qué sabemos las consecuencias (ya no somos los mismos punkis de 15 años).
Necesitamos una justicia igualitaria, independiente y que actúe siempre con la rapidez que ha actuado con el caso Nahir Galarza. Pero sabemos que está justicia no siempre actua de la misma manera. Y por eso debemos seguir luchando.
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